Cuál es tu personaje favorito?
Nunca pensaste que estaban atrás de ti? . . . A no.
Por qué? Los disfrutas?
Ajá!! Ya te rendiste.
Si utilizas tu imaginación podrás sentirlo de verdad . . . lo sientes?
Vamos ni que fuera tan difícil.
Eso . . .
Dilo, pequeña, dilo . . . .
Di que te asustan los . . . . . .
Estoy yo, estoy yo; solamente estoy yo. Aquí no hay nadie más
Luego de cualquier pelea, como siempre, me dejan afuera. Como un perro, que no ha hecho nada.
Recuerdo que era una niña, tan solo de cinco años. Sola, tenía frío . . . Ellos se iban. La dejaban sola. Me quedé sin abrigo, sin amigos, sin . . . nada.
Ustedes saben, tan bien como yo, que a veces la vida está llena de tristeza, alegría, llena de . . . vida. Y, que muchas veces, todo eso se mezcla. En la mañana te acompaña la tristeza, en la tarde la comedia y las travesuras, y en la noche sólo está la desilusión.
Muchas veces nuestra vida se llena de tantos sentimientos que no me alcanzaría palabras para decirlo. Pero . . .
Ven mi vida . . . está escrita aquí. Y no siempre padesco de dolor, sino de alegría. Luego, me sigue la ira o la confucion. Más tarde, ya no puedo escapar de la realidad. Hope . . . ella . . . ha hecho mi vida feliz. Y ya no me importa el sufrimiento. Ella me escucha, es una niña inocente. Y quiero que sea feliz como yo no fui.
Pero tengo muchos secretos.
Yo no quiero asustarla.
Tú me escucharás?
Era una noche de frío. Y mi corazón estaba latiendo en el bosque.
Escuche cosas raras que saltaban en los árboles.
Estaba asustada, hace mucho frío.
Yo estaba sola.
Me fui adentrando en el bosque. Y olvidé el camino de regreso.
En ese entonces yo era tan pequeña y no conocía el bosque, ahí todo era igual para mi.
Sin darme cuenta, me perdí del camino y tratando de encontrarlo me perdí más.
Encontré un acantilado que nunca había visto antes.
Vi hacia abajo y vi un lago muy largo y hermoso.
Había pétalos de flores que caían suavemente.
Soñando y viendo aquel paisaje me caí.
Giré en el aire y sentí el viento levantando mi cabello.
Me caí dentro del lago.
Mi caída levantó algunos pétalos que se dieron el gusto de caer de nuevo.
Empecé a llorar. No iba a mentir en verdad me dolio.
Mi llanto resonó en el trinar de la aves.
Y, apesar de que tenía mucho miedo, escuche los pasos más largos de mi vida.
Estaba tan asustada.
Y Él apareció. . .
- . . .
- . . . .
*se escucha un sonido en los arbustos*
- *voltea la mirada* ¿Quién está . . . ? *no ve a nadie* oh . . .
*se escucha el mismo sonido*
- Eh? *voltea* ¿dónde estás?
- (¡Aquí!) *en frente de ella*
- ¿Por qué te escondes?
- (Porque me temerás)
- Ahora . . . no siento miedo . . .
- (¿Me escuchas?)
- Tal ves no tengas boca . . . pero leo tu mente. Tú eres bueno
- *saca sus tentáculos* (¿segura que no te doy miedo?)
- No . . . Estoy completamente segura.
*mirada*
- Me caí . . . estoy mojada.
Muchos dirán, y hay pruebas,
de que todo llegó hasta ahí.
Pero no es así.
Ese día no acabó, yo no olvidé.
Él no me llevó a casa . . .
aún no.
Aún recuerdo el camino por donde me llevó,
Donde las hojas de los árboles siempre caían.
Y donde nadie buscaba a las personas muertas.
Él me las presentó.
Recuerdo, recuerdo que todo pasó rápido.
Mi corazón ya no latía en el bosque,
latía con él.
Era hermoso,
la vista de la sangre que cubría los árboles sin hojas.
El viento corría rápido,
como si alguien detrás lo persiguiera
y, quién sabe?
Quizás si era así.
Miraba por todos los lugares,
mi curiosidad llegó a su máximo ese día.
Me dejó en una casa pequeña y rota.
Me dejó sola . . .
Pero no por mucho.
Mi curiosidad se volvió instinto.
Decidí ver lo que había más allá.
El lugar era siniestro, sin vida, se podría decir.
Encontré un oso de peluche y lo tomé, sin pensar.
No quería ir más lejos, sentía que no debía estar ahí. Vi desde la puerta las ventanas selladas con madera. También vi lo que se podrían considerar como unos dibujos. Los habrá hecho él?
Como podría saberlo yo?
El viento entró por lugares que yo ignoraba. E hicieron volar muchas de esas hojas . . . y en medio del torbellino más pequeño que he visto, apareció él.
- (¿Qué haces aquí?)
- Ahh . . . *baja la mirada* . . .
- *suspiro* (Ven . . .) *la toma del brazo*
- Oh? *lo sigue*
Y así poco a poco,
fui conociendo aquel lugar que ellos llamaban hogar.
A pesar de nuestras diferencias,
edades y gustos.
Todos me agradaron.
Y la manera de conocernos no fue,
para algunos,
la mejor que digamos.
Me dejaron en una sala, y yo, tan pequeña,
quise ver que había más allá.
Pero sabía que estaba mal.
Pero escuche sonidos que llamaron mi atención.
Me moví un poco hacía una esquina
que era de donde se escuchaban las voces.
Vi una puerta entre abierta y
la curiosidad me ganó esa vez . . .
- *empuja la puerta* Hola . . . *entra lentamente*
-----: Ah?! *apoyada en el espejo* ¿Quién eres tú? Vete!
-----: *con un reflejo que parecía maldito* S-sí. Ya vete.
- Está bien *apunto de cerrar la puerta*
-----: E-espera!!!
- Ah?
-----: . . . . Quieres jugar?
- Q- qué? *algo asustada*
-----: Juega conmigo . . . *toda en sangre*
- Ahmmm (Me hará algo malo? qué le respondo?)
-----: . . . *intenta acercarse*
- Ah! S- sí!
-----: *se detiene* Enserio? *sonríe*
- Si, claro!
-----: Jejeje Genial!!
- Sí, pero ahora alguien me está buscando. Luego volveré, está bien?
-----: . . . Claro . . . *aún junto al espejo* . . .
Me alejé de la puerta y volví a donde él
me había dejado
caminando hacia atrás.
Choque con algo en ese momento . . .
volteé la mirada,
y ahí estaba.
Me dijo . . .
- (A dónde fuiste?)
- Ahhh . . . al baño de allá *señalando con su mano*
- (Bien, sígueme . . .) *le toma de la mano*
- Pero . . . quién era la niña que estaba en el baño?
- (Cuál niña?)
- La del baño *se va al baño*
Fui corriendo al baño y el me siguió, pero grande fue mi sorpresa.
Pero su conocimiento sobre ella me dejó más de una duda.
- *abre la puerta del baño* Ella estaba aquí . . . *algo triste*
- *mira hacia todos lados* . . .
- No es mentira, vi a alguien aquí.
- (Pues, si dices la verdad, volverás a verla)
- Ah? *confundida*
- (Ahora . . .) *la toma de la mano* (Te presentaré a alguien)
- Está bien. *lo sigue*
Seguí caminando a su lado.
La casa era enorme, y muy solitaria.
La mayoría de los pasillos ni focos ni velas poseían
y reflejaban un ambiente de tensión.
Muchas veces sueles escuchar
gritos y risas de la nada.
Me llevó afuera.
Donde había un intenso bosque
donde todo es claro.
Podías ver a un árbol un tanto lejos de ti.
Caminamos lentamente.
Nos dirigimos hacía un muchacho,
joven y
se podría decir atractivo.
Portaba una chalina de diversos colores
y su rostro tenía manchas de sangre.
Leía un libro, sentado.
No llegué a ver el título, pues
la pasta estaba cubierta con sangre pura.
Cuando llegamos junto a aquel muchacho,
él alzó la vista y nos vio.
Ninguno dijo una palabra por un tiempo,
pero ese tiempo pasó.
- *voltea a verla* (Él es Liu Woods, un homicida)
- *mira a Liu* Soy Alice.
Liu: Te llamas Alice?
- S-sí.
Liu: Que raro nombre. *vuelve a leer*
- *se agacha* (Quédate con Liu, yo iré a buscar a los demás.) *se va*
- ohm . . . *lo mira alejarse*
Liu: ¿Qué haces aquí?
- Hmm *voltea* Me caí y él me ayudó.
Liu: (La ayudó? Eso es más raro) Te dijo que lugar es este?
- Acaso necesito saberlo?
Liu: Hmmmm . . . la verdad, no. *vuelve a leer*
- *se acerca a él* ¿Qué es . . . un homicida?
Liu: *sonríe* No sabes lo que es un homicida?
- No.
Liu: Es aquel que mata a un ser por puro gusto.
- ¿Tú matas por gusto?
Liu: No. *voltea de página* Mató a asesinos y violadores insignificantes como mi hermano.
- *sus ojos cambian de color* (Tú historia es tan triste . . .)
Pasaron segundos, minutos
y nadie llegó.
Luego de un buen tiempo vino.
Y nos vio tierna mente juntos,
pues . . .
me había quedado dormida y Liu,
en medio de su aburrimiento,
decidió dejarme en sus piernas,
dejó a un lado el libro
y también se dejo llevar por el olor de los hermoso pétalos
que bajaban de los árboles al suelo.
Tal ves mis ojos no lo vieron,
pero mi cuerpo lo sintió.
Alguien desde la ventana reía de verme así con Liu.
Y él me levantó en sus brazos,
alejándome de Liu que dormía apoyado a un árbol,
sentado en el suelo.
Entonces sentí la suavidad de las sábanas que cubrían mis piernas
y mis brazos que,
en más de una,
estaban temblando de frío.
Él trajo una silla y se sentó al lado de la cama.
Espero, y espero a que me levantara.
Y, tal ves fueron las risas,
pero desperté . . .
(Cap. 16 Creepypasta )
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